sábado, 29 de junio de 2013

AMORES PERROS

Luis Eduardo Bastidas
Comunicador en Potencia



Regularmente me doy un paseo por los hashtag del twitter y cada vez me sorprendo más con las barbaridades que se registran, tal vez por desconocimiento de los usuarios de esta red social cibernética, digo, tomando en consideración que quienes utilizan estos medios en su mayoría son jóvenes que poco deben haber vivido de la época anterior a Chávez (1998).
Yo que estoy contando los cuarenta y dos, viví veintiocho de los cuarenta de la cuarta, y jamás en esos tiempos comí alimentos para perros. Por qué tendría que hacerme eco de algo tan fuera de lo común. Si bien existe una publicación que apunta a una consideración de un vendedor que especula diciendo:
La pregunta ante el mostrador fue directa:
—Los clientes les están comprando más Perrarina. ¿Le consta que se la coman?
—Lo que sé es que no tienen perro.
Y aún más las apreciaciones del vicepresidente de relaciones institucionales de la empresa productora de este tipo de alimentos apuntó: “se ha dicho que la gente está comiendo Perrarina, y también se ha dicho que nuestras ventas han aumentado debido a esto: pero no puedo dar cifras que relacionen el crecimiento con nuevos tipos de consumo de Perrarina”   
También hay estudios que reflejan cuáles eran los precios de la carne en el año 1989, los cuales estaban por el orden de los 68 bolívares el kilogramo y el salario mínimo era de 100 mil bolívares.
fuente: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?pid=S0798-72692007000300010&script=sci_arttext

 Ahora bien, cabe preguntarse: ¿En una situación desfavorable como la que vivimos los venezolanos con las medidas económicas del finado presidente Carlos Andrés Pérez en el año 1989, al final de la fatídica y renombrada época de la cuarta república, y la que se está viviendo ahora en la quinceañera pubertad del proceso revolucionario fundado por el también finado presidente Hugo Chávez, usted como madre o como padre sería capaz de alimentar a sus hijos con alimentos para animales?
Más allá de la certeza o no del hecho me permito apelar a la conciencia de las madres y de los padres, por eso la pregunta. Yo sería incapaz de hacerlo.
Si bien es cierto en las postrimerías de la llamada cuarta república Venezuela pasó por un terrible momento en su economía y sufrió una cruenta devastación en el seno de su sociedad, los venezolanos no somos personas que se amilanan ante situaciones adversas, por el contrario nos crecemos y buscamos las soluciones pertinentes a cada problemática. Hoy vivimos una etapa quinceañera, por lógica inmadura, de nuestra vida política, donde no se sabe si estamos en democracia o no, sin embargo el gobierno pretende hacer parecer que estuviéramos viviendo en el paraíso, el salario mínimo en relación a los estándares mundiales retrocedió dos años, los precios de los productos pareciera que avanzaron igual cantidad de tiempo, el sueldo no alcanza para nada y es precisamente nada lo que se consigue en los anaqueles de los comercios.
No obstante, igual que en otrora, no veo la posibilidad de que una madre o un padre, alimente a sus hijos con comida para animales. Es rotundamente inadmisible. Y ya saldrán algunos diciendo que para eso fue creada la misión alimentación, que mercal y pdval ofrecen los productos de la cesta básica a precios solidarios. Muy cierto, pero no hay libertad de escogencia, además hay que calarse largas colas, donde te enumeran, para comprar las cantidades que te quieran vender. A eso le sumamos lo que algunos vendedores de estos productos ya comienzan a denunciar que es la falta de ganancias y libertad para negociar con otras empresas distribuidoras de alimentos a fin de ofrecer variedad en sus anaqueles.
Para culminar estimados lectores, no se trata de comer perrarina, pero tampoco de fomentar unos Amores Perros.
 ¡C'est fini!
EL CONTENIDO DE ESTE BLOG ES AUTORÍA DE LUIS EDUARDO BASTIDAS